Corazón inundado de lágrimas,
late al compás del miedo.
Juegan a la guerra y caen mentes al suelo.
Niños que pisan las trampas,
saltan trozos por el cielo.
Cuando pisotean las flores,
ruge la tierra con furia y odio.
Tiembla el suelo, te invito a jugar conmigo.
Murmurando al oído de una oreja sin cuerpo.
Cae la noche, la sombra reina, sopla el viento.
Las tumbas se cavan solas, la ignorancia es mi castigo.
Cubre de bellas víctimas el suelo,
el corazón ya no palpita,
callar con melancolía y gritar en tono de reproche.
Soplos de una vida, abandonados en la fría noche.
No se oyen gritos ni suspiros,
sólo hojas que el viento agita.
Quién le paga una muleta,
para apoyarse en la vida.
Cuerpo mutilado en busca de una muerte digna.
Visita la dama sin avisar,
¡guadaña espera un poco más!
Me has enseñado a odiar,
me has enseñado a odiar.
Pi – sando flores,
Re -suena en mis oídos.
Pi – sando flores
saltan trozos por el cielo.